Si bien somos usuarios del Tren Sarmiento, sabemos muy bien que es una realidad nefasta que sucede en cualquier ramal, en los colectivos, en los subtes, hasta en los taxis.
Condenamos con fervor cualquier tipo de abuso a las mujeres en el transporte público. No demos quedarnos callados ante esta realidad.
Por eso -y por otras cuestiones- le seguimos exigiendo al Estado Nacional y a las empresas privadas que gestionan el transporte público que garanticen la presencia de guardas en los coches. El abusador o acosador actúa gracias al miedo y la impotencia de su víctima, que teme decir en voz alta lo que está sucediendo. Debería haber guardas atentos a estas situaciones para intervenir, para darles seguridad a las mujeres y para disuadir a aquellos que realizan estas prácticas.
Digamos No al Apoying, basta de abuso y generar miedo y traumas. Compartamos para concientizar y para lograr que el Estado, a través del gobierno, garantice que viajar bien, seguras y respetadas sea un derecho.
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